Haciendo caso a lo que me dijo Batsi, me senté frente al PC y esto salio...
- Por favor, compra ropa decente para el casamiento de tu hermano – Me pidió mi madre.
- Un traje, una camisa, zapatos y corbata.
- Esta bien, hoy mismo lo hago - conteste
Así fue que, dos meses antes de la fecha, ya tenia la ropa lista para el evento. Un muy buen traje, camisa y corbata... y un par de zapatos, que con lo que costaron me podría haber ido de vacaciones a la costa por un fin de semana.
Llegado el día, me bañe, afeite y vestí... ya en el viaje hacia la iglesia me sentía irritado, quejumbroso. Los zapatos me dolían terriblemente. Me parecía extraño, ya que en el momento de la compra, no me habían resultado incómodos.
Al comentarle el dolor a mi abuela, me dijo que lo pusiera un poco de alcohol en la punta para que se aflojara el cuero... Como lo único con alcohol que había por ahí era la bebida, y juzgando incorrecto echarla sobre mis zapatos nuevos, decidí ser yo el receptor de la bebida.
Durante la ceremonia religiosa no pude contener las lágrimas. Seguí así de compungido el resto de la fiesta; todo lo que me decían me dejaba al borde del llanto.
Finalizada la fiesta y de regreso a casa, me saque los zapatos y vi que todos los dedos de mis pies estaban con moretones... que atribuí a los pisotones recibidos durante las horas de baile. Los moretones duraron casi una semana.
Meses mas tarde, durante mi cumpleaños, recibí de regalo un nuevo par de zapatos. Al ver esto, mi padre me pidió que le cediera los que había usado para el casamiento. Le dije que con gusto se los regalaba, y que estaban como nuevos, ya que no los había vuelto a usar.
Después de quince minutos de lucha para ponérselos, me pregunto:
- Cuanto calzas ?
- 42..
- Y porque te compraste zapatos número 40 ...
- Por favor, compra ropa decente para el casamiento de tu hermano – Me pidió mi madre.
- Un traje, una camisa, zapatos y corbata.
- Esta bien, hoy mismo lo hago - conteste
Así fue que, dos meses antes de la fecha, ya tenia la ropa lista para el evento. Un muy buen traje, camisa y corbata... y un par de zapatos, que con lo que costaron me podría haber ido de vacaciones a la costa por un fin de semana.
Llegado el día, me bañe, afeite y vestí... ya en el viaje hacia la iglesia me sentía irritado, quejumbroso. Los zapatos me dolían terriblemente. Me parecía extraño, ya que en el momento de la compra, no me habían resultado incómodos.
Al comentarle el dolor a mi abuela, me dijo que lo pusiera un poco de alcohol en la punta para que se aflojara el cuero... Como lo único con alcohol que había por ahí era la bebida, y juzgando incorrecto echarla sobre mis zapatos nuevos, decidí ser yo el receptor de la bebida.
Durante la ceremonia religiosa no pude contener las lágrimas. Seguí así de compungido el resto de la fiesta; todo lo que me decían me dejaba al borde del llanto.
Finalizada la fiesta y de regreso a casa, me saque los zapatos y vi que todos los dedos de mis pies estaban con moretones... que atribuí a los pisotones recibidos durante las horas de baile. Los moretones duraron casi una semana.
Meses mas tarde, durante mi cumpleaños, recibí de regalo un nuevo par de zapatos. Al ver esto, mi padre me pidió que le cediera los que había usado para el casamiento. Le dije que con gusto se los regalaba, y que estaban como nuevos, ya que no los había vuelto a usar.
Después de quince minutos de lucha para ponérselos, me pregunto:
- Cuanto calzas ?
- 42..
- Y porque te compraste zapatos número 40 ...
9 comentarios:
jajajajaja, no puedo parar de reir. Y vamos, que hoy traigo el tonto encima :D
Sabés, acá en Alemani se dice que según el tamaño del pie del hombre (o el calzado que usa) es el tamaño de su macana :D
42 no es muy grande, jajajajaja.
Y si te digo que debería usar 40 !!!!
quizas el vendedor se dejo llevar por las apariencias...
jajajajaja, me muero de risa
creer o reventar!
como dicen en el campo!
¡Eso mismo te pregunto yo! ¿Por qué? Jaja... final inesperado y divertido.
Saludos :)
noooooo, no podésssss!!! jajajajaja me muerooooo de la risa jajajajajajajaj!!
Me alegro que te haya vuelto la inspiración, a pesar de tener tu corazon "sobresaltado" tal como leí en tu post anterior. Dame la receta, a mí me anda haciendo falta... (aunque en el fondo, debés admitir qué es lo que te mantiene con el corazon así) A veces esa sensación está buena. Solo hay que dejarse llevar.
Cariños
Laura.
¡Qué post tan divertido!
Me levantó una carcajada al final de su lectura.
Veo que en el fondo eres un hombre sensible, que se emociona con los eventos de los suyos...
Lo de los zapatos ¡genial!
Por cierto, ¿tu padre puso utilizarlos?
Con respecto a lo que dijo Batsi, en mi España se compara con el tamaño de la nariz, jejeje
Gracias por tu visita a mi blog y binevenido,
algo para vos: reventar !!!
mandarina azul: aparentemente en el mostrador había un par de zapatas igual a los que yo habia elegido pero numero 40 y el vendedor me los dio a mi. Supongo que el que se llevo los 42 tampoco la debe hacer pasado bien !!!
Laura: lo del corazón sobresaltado... por ahora no quiero hablar, todavía duele... pero, no hay recetas...
aprendiza de risas: no mi padre prefiere no sufrir... y con respecto a lo del tamaño, me dicen el ÑATO !!!
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