jueves, 16 de julio de 2009

En Plaza de Mayo...


CAPITULO XII



- Qué traían en la mochila?- preguntó el agente Si-pep-si.
- Era un paquete… – Alcanzó a decir la cajita de vino Rosado Sandokan, antes de recibir un golpe de parte de cajita de vino Tinto Sandokan, quien, a su vez, agregó - Cerrá la boca, el único que habla acá soy yo-
- Bueno, entonces, además de suponer que sos el jefe, debo creer también, que como tal, tenés una respuesta para darnos..?- indagó el agente Net-fer-net
- Y qué gano yo..?
- Contestá, y después vemos.
- Ok, el paquete, no tengo ni idea que es lo que tiene, lo que sí sé, es que no debemos exponerlo a altas temperaturas; golpearlo; ni mojarlo... y ahora que lo pienso, fue todo lo que hicimos... y terminamos así, convertidos en cajitas de vino...
- Por eso mismo, necesitamos saber que hay dentro del paquete!- lo interrumpió, visiblemente nervioso, el agente Si-pep-si.
- Sólo sabemos que debemos que encontrarnos con alguien, en Plaza de Mayo... y ahí en el rincón está la mochila - dijo cajita de vino Tinto Sandokan, antes de largarse a llorar como un bebe y repetir entre sollosos y pucheritos: No quiero que me tomen, no quiero que me tomen !!!!

- Señora, señora, no puede pasar !!! Es propiedad privada.
- Digame la verdad, que le hicieron a mi marido- comenzó a gritar Mirtha Esther al personal de vigilancia, mientras lo tomaba por los hombres y era presa, otra vez, de un violento ataque de nervios.
- Señora, cálmese, por favor. Esto es un empresa seria, sólo vendemos bebidas sin alcohol, por favor, no me haga un escandalete !!
De repente, a lo lejos, se escucha el ulular de una sirena de autobomba; se ve como un intrépido bombero, sacando medio cuerpo por la ventanilla del acompañante y con una pala en la mano se va acercando al grito de: -Menos mal que ya le tengo apreciooooo !!!-

domingo, 5 de julio de 2009


No sé porqué, pero son dos palabras que no me gustan.
Las use como las use. Con buenas o malas intenciones...
Desprecio la absoluta perfección de ser de éstas palabras...
La absoluta certeza de su decir...
Las siento infinitas, eternas... me ahogan.

nunca - siempre

las mire por donde las mire; no me gustan...