No soy Brad Pitt !!!

Anoche, mi esposa, encontró este blog.
Por supuesto que no sabia que existía. Como iba a saberlo si es una especie de refugio, un lugar donde estoy yo conmigo mismo. Mi propio espacio. Donde digo lo que quiero, y a veces lo que no quiero decir.
Como explicarle, que la mayoría de las cosas son inventadas; seguro que con algunas verdades... pero la gran mayoría de las cosas son inventos.
Como explicarle, que ahora que sabe, no se si voy a poder seguir escribiendo... con la libertad de hacerlo sin tener que dar explicaciones de lo que escribo. Ni que lo hago, para que se sienta mal.
Porque eso es lo bueno, lo lindo de bloggear, escribir lo que sale, todo de un tirón, sabiendo que nadie nos va a juzgar por quienes somos en realidad, sino por lo que escribimos... bueno, malo, lindo, feo, erótico, apasionado, etc, etc.
Solo nos conocemos por nuestros apodos. No hay mas datos que los que figuran en nuestro “perfil”.
Como hacerle entender que todas las bloggeras femeninas que me leen, no me conocen, ni saben mi nombre, ni donde vivo... y que ninguna de ustedes esta perdidamente enamorada de mi. (creo, si me equivoco, ni me lo digan !!)
No, es verdad, no soy Brad Pitt, y (lamentablemente), las mujeres, no están, todas, enamoradas de mi.

PD: lo de lamentablemente no es por no ser Bradd Pitt, es porque no estén todas las mujeres enamoradas de mi !!!

Esperando la primavera...

-Pa, cuando llega la primavera..?
-El 21 de septiembre – le contesto, mientras mi cabeza esta, todavía, en la oficina.
-Es la estación del amor !!
-Faltan pocos días.
-Si, es verdad, se dice que es la estación del amor.
-Si, porque en la tele o en los historias de amor, en el bosque, debajo del agua; todos los animalitos se enamoran, y se besan.... y después nacen los hijitos.
-...
-Y los seres humanos, en que época del año se pueden enamorar?
-Hija, los seres humanos no tiene una “época” para enamorarse; por suerte nosotros no tenemos que esperar un momento en especial del año para hacerlo.
-Los animales, “se reproducen” en la primavera porque es un buen momento para hacerlo. Ya que, como vos bien decías, en primavera el clima es mas agradable y los “bebes” de los animales pueden estar mas cómodos; y hay mas alimentos, etc...
-Pa, entonces uno se puede enamorar cuando quiere?
-Si, en realidad uno no decide cuando se enamora, eso puede pasar en cualquier época del año.
-Ahhhhh, porque yo estaba esperando a la primavera para enamorarme de Franco...

Tangos para Batsi !!

Hace unos días leí que te gustaba Balada para un loco... ahí va. Para mi gusto de todos los interpretes que conosco, el polaco Goyeneche es el que más me gusta.

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Y este porque me gusta...

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Algunos días me siento así...

De mañana, oscurezco
de día tardo,
de tarde anochezco
de noche ardo.

al oeste, la muerte
contra quien vivo
del sur cautivo
el este es mi norte.

otros que cuenten
paso por paso
yo nazco ayer,
muero mañana.
ando donde hay espacio
mi tiempo es cuándo.

Vinicius de Moraes

hoy es uno de esos días...

Como complicar el día domingo

Domingo, diez de la mañana, suena el teléfono:
-Buen día hijo !
-Hola ma, todo bien?
-Si, pregunta papá si quieren venir a almorzar...
-Dame un segundo, ya te contesto.
-...
-Amoooor, dice mamá si queremos ir a almorzar a su casa?
-No sé, tendría que avisarle a mí mama... yo la invite para que venga a comer a nuestra casa. Y ahora, seguro que está en misa. Si la llamo al celular no lo va a escuchar; y para cuando me conteste va a ser muy tarde, porque si me dice que no quiere ir a lo de tu madre, yo voy a tener que salir corriendo a comprar comida. Y tampoco quiero que tu madre cocine de gusto, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc...
-Ma, gracias, pero nos quedamos a comer en casa.
-Listo hijo, un beso para todos.
-...
-Siempre lo mismo, como te gusta complicar todo... y hacerme quedar mal con tu mamá !!- dijo ella, y no me hablo más en todo el día.

Lo que sufrí cuando se caso mi hermano...

Haciendo caso a lo que me dijo Batsi, me senté frente al PC y esto salio...


- Por favor, compra ropa decente para el casamiento de tu hermano – Me pidió mi madre.
- Un traje, una camisa, zapatos y corbata.
- Esta bien, hoy mismo lo hago - conteste
Así fue que, dos meses antes de la fecha, ya tenia la ropa lista para el evento. Un muy buen traje, camisa y corbata... y un par de zapatos, que con lo que costaron me podría haber ido de vacaciones a la costa por un fin de semana.
Llegado el día, me bañe, afeite y vestí... ya en el viaje hacia la iglesia me sentía irritado, quejumbroso. Los zapatos me dolían terriblemente. Me parecía extraño, ya que en el momento de la compra, no me habían resultado incómodos.
Al comentarle el dolor a mi abuela, me dijo que lo pusiera un poco de alcohol en la punta para que se aflojara el cuero... Como lo único con alcohol que había por ahí era la bebida, y juzgando incorrecto echarla sobre mis zapatos nuevos, decidí ser yo el receptor de la bebida.
Durante la ceremonia religiosa no pude contener las lágrimas. Seguí así de compungido el resto de la fiesta; todo lo que me decían me dejaba al borde del llanto.
Finalizada la fiesta y de regreso a casa, me saque los zapatos y vi que todos los dedos de mis pies estaban con moretones... que atribuí a los pisotones recibidos durante las horas de baile. Los moretones duraron casi una semana.
Meses mas tarde, durante mi cumpleaños, recibí de regalo un nuevo par de zapatos. Al ver esto, mi padre me pidió que le cediera los que había usado para el casamiento. Le dije que con gusto se los regalaba, y que estaban como nuevos, ya que no los había vuelto a usar.
Después de quince minutos de lucha para ponérselos, me pregunto:
- Cuanto calzas ?
- 42..
- Y porque te compraste zapatos número 40 ...

...

Ando con el corazón sobresaltado, no logro ordenar mis ideas. Saltan en mi cabeza sin dejarse atrapar. Seguro que ya va a pasar... espero. Son tantas las cosas que desearía escribir...

Mañana tengo mucho trabajo

Ella llega a la casa.
El, está terminando un trabajo en la compu.
Y este es el dialogo:

- Hola, amor. Ya llegué.
- ¡Me compre un par de zapatos divinos !
- Bueno.
- Querés verlos?
- Dale.
Mientras se los pone pasan aproximadamente 25 minutos... Vuelve.
- Te gustan ?
- Sí.
- ... qué, no te gustan..?- pregunta poniendo cara de horror.
- Si, amor, me gustan.
- No, no te gustan...
- Pero te digo que sí me gustan.
- No, no te gustan; porqué no me lo decís ??
- Te dije que sí me gustan !
- Ahora voy y los devuelvo.
- No, de verdad, te quedan lindos los zapatos, o botas, o como se llamen esas cosas...
Ella sale de casa furiosa con la caja de ... ¿zapatos?
Vuelve a la hora, su cara de enojo ha cambiado. Trae tres cajas más.
- Amor, ya volví ! Al final, me quedo con los zapatos.
- Y ya que estaba, me compré una cartera, querés verla ?
- ... no, me voy a dormir, mañana tengo mucho trabajo.

La esperanza del pelado

Hace algunas semanas, fuimos de visita a la casa de mi hermano, mis hijas y yo. Por la tarde, lo acompañamos a la peluquería, para cortarle el cabello a uno de sus cuatro hijos. Mientras esperábamos nuestro turno, vimos llegar un señor de unos 60 años aproximadamente... casi diría totalmente pelado, si no fuese por cuatro o cinco pelos a cada lado, que se resistían a caer ...
Cuando le llegó el turno, se sentó, y el peluquero comenzó a dar tijeretazos al aire, muy cerca de sus orejas, sin cortar absolutamente ningún pelo.
Mi hermano y yo nos miramos, tratando de entender primero, y de contener la risa después.
El peluquero por su parte, nos miró, advirtiendo nuestras casi carcajadas y levantó los hombros, sin darle mayor importancia.
No me había percatado de que mi hija mayor, también había percibido lo inverosímil de la escena.
Tomándome del brazo para acercarme a su lado me dijo:
- Papá, ahora entiendo cuando dicen que la esperanza es lo último que se pierde...

La libertad de las siestas.

Desde muy chico, recuerdo, que pasábamos algunas semanas de las vacaciones de verano, en el campo.
Todo era muy lindo, jugábamos, andábamos a caballo, nos mentíamos en el tanque australiano para nadar, etc...El problema comenzaba a la hora de la siesta; ya que todos (y en esto incluyo hasta los perros de la casa) se dedicaban a dormir la siesta.
Los mayores, nos decían que durante esas horas, debíamos quedarnos dentro de la casa, pues andaba rondando la iguana... y atrapaba a los niños que no estaban durmiendo la siesta.
Con mis hermanos, dejábamos hacer su trabajo a la imaginación, y cada uno contaba (en vos baja, como se suele hacer mientras se habla de historias misteriosas) como sería la iguana. En lo que nos poníamos de acuerdo, siempre, era en los colores. Oscura, marrón, con manchas amarillas... Por supuesto, comenzaba siempre siendo del tamaño de un sapo pequeño, para terminar midiendo varios metros, según se desarrollaba la charla.
Cierto día, en que volvía del galpón donde se guardan las herramientas, y siendo ya la hora de la siesta, cerca de la parrilla, me pareció percibir un movimiento.
Con la mayor de las cautelas me fui acercando... de pronto veo salir del hueco de un viejo paraíso que daba sombra a los asados, una enorme criatura que se deslizaba lánguidamente por la quietud de la tarde...
-¡Es la iguana! – pensé.
Al entrar a la casa, mi cara reflejaba algo, que mis hermano quisieron descubrir rápidamente.
- Ví a la iguana ...- les dije. Un silencio total nos invadió.
- Matémosla – dijo mi hermano. Así, de una vez por todas, vamos a poder salir a jugar a la hora de la siesta.
La idea de semejante crueldad nos angustiaba, pero era la única forma de lograr la libertad de las siestas...
Decididos, los dos varones fuimos a buscar la escopeta, que siempre, estaba detrás de la puerta de entrada.
Sigilosamente llegamos hasta la parrilla; y nos situamos de forma que nos quedara un buen ángulo de ataque.
No recuerdo bien, si era mi miedo, o el de mi hermano, lo que nos hacía temblar. Supongo que era el de ambos.
Después de un rato, vimos la iguana acercándose al hueco del árbol.
Me preparo, apunto y ...
Fue el sonido más potente que, hasta entonces, había escuchado. Restos de la iguana volando por el aire, sangre y olor a quemado.
Mientras miraba la cara de terror de mi hermano, veía la mía, reflejada en sus ojos.
Un segundo más tarde, toda la familia estaba alrededor nuestro, queriendo saber que había pasado...
Fue el último verano que, nosotros, los niños tuvimos que dormir la siesta.

“La historia cuenta lo que sucedió, la poesía lo que podría haber sucedido...”

Espero que encuentres la felicidad, si todavía no la encontraste...
Por mi parte, otra vez, me quedo con la Poesía.
Te voy a extrañar.

No era tarea fácil...

Había llegado el momento.
Dos meses tardó en descubrir su rutina.
Desde el momento en que surgía hasta que se desvanecía.
-El porqué, el cuándo y el cómo es lo importante-, se repetía.
El porqué, lo sabía muy bien... El cuándo, acababa de saberlo.
Pero el cómo... se le hacía difícil.
Buscaba en su cabeza, la forma más rápida y limpia.
Sólo le faltaba saber cómo hacerlo.
-Sin dolor- se había prometido. Algo limpio y sin tantas vueltas.
Despacio, buscó donde sentarse, mientras juntaba valor.
No era tarea fácil... matar un sentimiento.

Un segundo después

Anoche, mientras cenábamos, mi hija de 7 años, se balanceaba sobre la silla, dejándola golpear el piso, insistentemente. El ruido que producía, no muy alto, resultaba bastante molesto. Le pedí que por favor, dejara de hacerlo.
Simplemente, me miró y se detuvo. Pocos segundos después, comenzó nuevamente....
Estaba a punto de darle un reto... cuando me ví, 30 años atrás, haciendo exactamente lo mismo. Comencé a sonreír... y le dí las gracias.
Mi hija me miraba con cara de sorpresa, sin entender porque me reía y menos aún porque le daba las gracias.
En ese segundo, recordé hasta el color del mantel. Como estábamos sentados a la mesa, mis padres, mis hermanos y yo... y la sonrisa de mi padre, un segundo después de haberme pedido que dejara de moverme en la silla.

Esto también me traslado en el tiempo...

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