Siempre note que mi abuela era mucho mas alta que mi abuelo.
Nunca me llamó la atención, para mi ya era así, mi abuela era mas alta que mi abuelo y punto.
Un domingo lluvioso, en que estábamos viendo viejas fotografías, note que en todas ellas, mi abuela siempre estaba sentada, y se lo hice notar.
-Si, - me dijo -tu abuelo siempre me pide que me siente para las fotos... no quiere que se vea que soy mas alta.
Días más tarde, conversaba con mi abuelo.
-¿Cuándo te enamoraste de la abuela, no te diste cuenta de que era más alta que vos?
-Eso fue hace mucho tiempo- dijo y se iluminaron los ojos.
-¿Te cuento? – me pregunto y sin esperar respuesta comenzó a relatar.
-Hace tanto que paso, y todavía me parece ver el salón, la gente, la música que sonaba... y la sonrisa de tu abuela.
-Estábamos en una fiesta, yo tenía 29 años, tu abuela 19, estaba sentada del otro lado del salón, con su madre. Espere y espere que se desocupara el asiento junto a ella, me acerque y le pedí permiso a su madre para sentarme. Con su beneplácito, comenzamos a conversar. Charlamos hasta el fin de la fiesta. Cuando nos fuimos a despedir, nos pusimos de pie; y grande fue mi sorpresa al ver que ella era más alta que yo. Pero ya era tarde, mientras estábamos sentados, nos habíamos enamorado...
Nunca me llamó la atención, para mi ya era así, mi abuela era mas alta que mi abuelo y punto.
Un domingo lluvioso, en que estábamos viendo viejas fotografías, note que en todas ellas, mi abuela siempre estaba sentada, y se lo hice notar.
-Si, - me dijo -tu abuelo siempre me pide que me siente para las fotos... no quiere que se vea que soy mas alta.
Días más tarde, conversaba con mi abuelo.
-¿Cuándo te enamoraste de la abuela, no te diste cuenta de que era más alta que vos?
-Eso fue hace mucho tiempo- dijo y se iluminaron los ojos.
-¿Te cuento? – me pregunto y sin esperar respuesta comenzó a relatar.
-Hace tanto que paso, y todavía me parece ver el salón, la gente, la música que sonaba... y la sonrisa de tu abuela.
-Estábamos en una fiesta, yo tenía 29 años, tu abuela 19, estaba sentada del otro lado del salón, con su madre. Espere y espere que se desocupara el asiento junto a ella, me acerque y le pedí permiso a su madre para sentarme. Con su beneplácito, comenzamos a conversar. Charlamos hasta el fin de la fiesta. Cuando nos fuimos a despedir, nos pusimos de pie; y grande fue mi sorpresa al ver que ella era más alta que yo. Pero ya era tarde, mientras estábamos sentados, nos habíamos enamorado...
10 comentarios:
Bueno, peor hubiese sido descubrir la noche de bodas que era travesti!
jajajaja, me encanta tu abuelo. A mi no me gustan los hombres bajitos. Una vez estuve saliendo con uno que estaba igual que yo de alto, pero yo no podía ponerme tacones para que no se viera más bajito. Eso me jode. En ese punto son intolerante.
Me alegro tanto que sigas con nosotros. Espero que se haya arreglado todo.
Y te dejo un fuerte abrazo
Uf... qué justo este relato, Don Anónimo... hace un mes que no uso tacos altos pq mi partener es mas bajo. Y amo los zapatos altos, las plataformas y todo eso, a pesar de mi metro setenta disfruto el calzado alto.
Al principio, caminar a su lado me descolocaba. Al darme cuenta de su seguridad al andar cuando estaba a la par mía, dejó de molestarme.
Entonces vuelvo al principio. Me encantan los zapatos altos. Pero mas me encanta caminar con él.
Un placer verlo escribir de nuevo.
Laura.
mmmmmm no sé si meolestaría estar con alguien más bajito que yo.... pero ahora que pienso, nunca estuve con alguien más bajito... será que lo tuve siempre claramente decidido en mi inconciente?!!? Por suerte, mi marido tiene la estatura idel. cómodamente más alto que yo!
:)
Bueno, es harto evidente que la "altura" de tu abuela no se mide en centímetros!
Me encantó la historia...
Cómo muchas veces algún prejuicio por la apariencia puede torcer el camino de toda una vida!
¡Qué bueno que volviste!
Buen relato.
Pero ya se habían enamorado...
Como yo mido 1.60 nunca tuve problemas con ser mas alta.
Me puedo poner zancos que igual estoy por alla abajo.
Eso si que es amor a primera vista.
Pasa pocas veces, pero pasa.
Muy lindo blog,
Besos,
Está claro que era el destino, sentaditos ahí los dos... qué monos, y menudo trago para tu abuelo cuando la vió erigirse... seguro que eran tal para cuál, y que la altura no fué obstáculo para que esa historia de amor se fraguase...
Precioso. Oye, espero todo vaya bien por casa. No cierres el blog, es una terapia milagrosa, te lo digo yo, que siento cerca a muchos de los que me escribís, y a veces casi mas cerca que a los amigos reales.. sí, es peligroso, pero es que aquí entras, clickeas, y a cualquier hora... casi siempre encuentras lo que necesitas... a veces, cosas que no te dan fuera... es mi caso.
Un beso,
Male
**sonia**: en esa época, creo que recien se hubiera dado cuenta sólo en la noche de bodas !!!
batsi: así somos los machos... y espero que estés mirando para abajo mientras lees esto, ¡ carajo !
laura: vivan las chatitas !!!
Sunshine: me alegra que así sea, a cuidarlo, entonces.
el nombre: aca estoy, de nuevo.
vili gates: por ese motivos, si me tengo que enamorar de nuevo, voy a buscar mujeres que esten de pie.
dalma: nunca subestimes un hombre de 1,59 centimetros !!
MALEFICABOVARI: estoy seguro que la altura no fue obstáculo. NO voy a cerrar este cable a tierra.
Yo descubrí que no puedo ser más alta que nadie.
:)
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