Primeros días de marzo. El calor se hacía sentir desde temprano. Salimos de casa, yo estaba prolijamente peinado, perfumado e ilusionado.
Al llegar, mis padres me la presentaron. Su nombre: Florencia.
Su mirada me invito a entrar... y me deje llevar.
A la semana, ya no podía de dejar de pensar en ella. Su sonrisa, su forma de hablar y moverse por todo el lugar me maravillaban. Siempre atenta a lo que necesitaba y dispuesta a enseñarme. Con respuestas para cada pregunta. Con caricias a montones. Me hacía sentir la persona más importante del mundo.
Una mañana, decidido a conquistarla, me retrasé recogiendo flores. A medida que las seleccionaba, creía que ninguna era los suficientemente bella, y perdí la noción del tiempo.
Mientras tanto, ella, está preocupada por mi tardanza, no aguantó más, llamó a casa y preguntó por mí. Le dijeron que había salido en el horario habitual. Que era extraño que no hubiese llegado. Se alarmó tanto, que salió en mi búsqueda.
Yo, satisfecho ya con el ramo logrado, me dirijo a su encuentro... La veo bajar por las escaleras, con los brazos en alto. Imagino que correrá a mí para abrazarme...
Siento un fuerte dolor en mi oreja izquierda, y soy arrastrado hacia el interior. Ella me habla pero estoy tan sorprendido que no entiendo lo que dice. Se detiene en el rincón del salón y me dice que me quede ahí.
Mi corazón sobresaltado busca respuestas a las preguntas que se amontonan en mi cabeza. ¿Qué es lo que salió mal? ¿En que me equivoqué?
Ella se acomoda el blanco delantal, mientras hace una llamada telefónica.
Ya no me importa nada, debo tomar una decisión.
Ya está, esto no tiene vuelta atrás: voy a dejar de estar enamorado de mi maestra de primer grado !!
Al llegar, mis padres me la presentaron. Su nombre: Florencia.
Su mirada me invito a entrar... y me deje llevar.
A la semana, ya no podía de dejar de pensar en ella. Su sonrisa, su forma de hablar y moverse por todo el lugar me maravillaban. Siempre atenta a lo que necesitaba y dispuesta a enseñarme. Con respuestas para cada pregunta. Con caricias a montones. Me hacía sentir la persona más importante del mundo.
Una mañana, decidido a conquistarla, me retrasé recogiendo flores. A medida que las seleccionaba, creía que ninguna era los suficientemente bella, y perdí la noción del tiempo.
Mientras tanto, ella, está preocupada por mi tardanza, no aguantó más, llamó a casa y preguntó por mí. Le dijeron que había salido en el horario habitual. Que era extraño que no hubiese llegado. Se alarmó tanto, que salió en mi búsqueda.
Yo, satisfecho ya con el ramo logrado, me dirijo a su encuentro... La veo bajar por las escaleras, con los brazos en alto. Imagino que correrá a mí para abrazarme...
Siento un fuerte dolor en mi oreja izquierda, y soy arrastrado hacia el interior. Ella me habla pero estoy tan sorprendido que no entiendo lo que dice. Se detiene en el rincón del salón y me dice que me quede ahí.
Mi corazón sobresaltado busca respuestas a las preguntas que se amontonan en mi cabeza. ¿Qué es lo que salió mal? ¿En que me equivoqué?
Ella se acomoda el blanco delantal, mientras hace una llamada telefónica.
Ya no me importa nada, debo tomar una decisión.
Ya está, esto no tiene vuelta atrás: voy a dejar de estar enamorado de mi maestra de primer grado !!
13 comentarios:
jajajajaja, creo que a todos nos ha pasado. Aunque y o me enamoré muy tarde, a los 14 años, de mi maestro de matematicas. Oh, es una historia que también contaré en mi blog.
Lo ves, los mismos blogeros servimos de inspiración para otros. Hoy me has insipirado para escribir de lo mismo.
Un batsibeso de la batsichica
Desde ese día, decidí no permitir a mis padres que me presenten mujeres !!!
Es que la diferencia de edad hacía imposible todo encuentro. Tristezas del amor.
:)
Y yo de buena (y valiente) que le sigo comentando, porque no apareció más por mi blog, señor!
Hoy estoy reclamadora (a juan de la cruz y sus jazmines le tiré de los pelos!)
Bueno, me encantó la historia, super dulce...
Y la primera experiencia de un amor no correspondido!!!
Ah!, no, primer amor no correspondido era el de la mamá!
Saludos
Qué tristeza mas tierna me dejas hoy... la verdad, todos nos enamoramos de algún profesor. Yo de uno de gimnasia, y por hacerme la guay, salté el potro y caí abierta de patas, rotura de ligamentos.... pero se ve que al hombre, llamarle la atención, se la llamé... en fin... lo tuyo fué mas romántico... y no hubo rotura de nada, ah, por dios, olvido el corazón¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Ah, la señora EL NOMBRE, es una tía muy maja, de verdad, y buena por dentro, ella se hace llamar valiente, pero yo lo llamo ser buena persona y punto.
Un beso, cuando leí el post, sabes? Pensé que era la historia de amor de tu mujer y tu... en plan homenaje... y quedé eclipsada con el final¡ Brivonazo¡¡¡¡¡¡¡¡¡Bss
Ya te había leído este pero no comenté.
Gracias por pasarte por mi blog.
Creo que escribiste lo que a todos nos pasó alguna vez.
Yo encima le comenté, lo que en mi caso era una maestra de inglés, a mi hermana mayor...
Inocente...
Las cargadas por años.
yo pensé que era la niñera impúdica.
Tengo un nuevo sitio donde explico con detalle algunas cuestiones que me sucedieron con la mafia de Sony/Endemol/Telefónica/Sabina y la Cìa..
http://vamosahablarsinmiedo.blogspot.com
http://premioparalucia.blogspot.com
(de ese modo no ando contaminando blogs de buena gente)
El arcangel: puede ser, aunque a mi las diferencias de edades mucho no me frenan...
El nombre: ya voy, ya voy. Fue muy lindo recordar esa tarde que pase juntando flores... lastima el tirón de orejas !!!
Male: espero, nos cuentes esa historia... con respecto a mi mujer, ya estoy bosquejando algo para homenajearla.
Abrazos para todas !!! el abrazo te incluye a vos, Batsi !
Vill: no por años... por el resto de tus días , ja ja
Lucia: gracias por pasar, en un rato paso por ahí.
Ja... es increible, hoy cuando fui a buscar a mi hija al cole, observaba a la seño de primero, no? Nunca pero NUNCA vi seños de primer grado que no sean lindas, jóvencitas y dulces. Se vé que, cuando envejecen un poquito, o engordan o se casan... las pasan a otros grados jajajajajaja
Cariños, Don Anónimo.
Es así, Laura. Lo hacen las mujeres para que comencemos a sufrir desde pequeños, por su culpa !!!! Ja !
ahhhh la maestra de Primer Grado. YO tuve la suerte de tener la misma maestra en primero y Segundo. Su nombre era Marta (González, creo). Era bellísima a mis ojos y la mina más buena del mundo.
Creo que mi madre competía por el primer puesto en esa época
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