Tres opciones...

-¿Cómo que en seis meses te casas Flor ..?
-Sí, me caso, con Álvaro... después de 4 años de novios, es el paso siguiente,¿no te parece?
-Quien carajo es Álvaro, y quien carajo te dijo que después de cuatro años de novios te tenés que casar sí o sí- alcance a decir tratando de no levantar la vos, pero con un disgusto que me invadía por completo -Mirá, mejor sigamos hablando en casa.
Sin soltarla, seguimos caminando. No sé si era más grande el sentimiento de rabia, que el de vergüenza, por estar sintiendo... ¿sintiendo, que..? Si yo no siento nada, por nadie. ¿Qué puedo sentir por alguien que recién conozco, de quien, ni siquiera estoy seguro de recordar su apellido?
-Fede, me haces mal. Me estas apretando muy fuerte la mano...
Era verdad, le apretaba su mano con fuerza, creo que tenía miedo de que se soltara y desapareciera.

-Llegamos- dije mientras abría la puerta- Sentate, por favor, voy a preparar café-
La charla duró unas cuantas horas. Comenzamos a contarnos que había sido de nuestras vidas después de aquellas vacaciones. Nos reímos; nos pusimos tristes. Supe, al fin, que Álvaro era su futuro marido, que era un prestigioso médico y que cuanto más se acercaba la fecha de la boda, más dudas le surgían a ella.
Al fin, nos quedamos en silencio Cada vez estábamos más cerca el uno del otro... Mientras la miraba, no podía creer que todas las cualidades que yo deseaba encontrar en una mujer, existían en Flor.
-Mira Flor- dije -llegamos a un punto, en donde tenemos tres opciones: O yo te beso, o me besas vos... o nos besamos.
Fueron las últimas palabras que pronuncié antes de que ella me hiciera callar con sus besos.