Botella rota

CAPITULO IV

-Atrás, señora, atrás !!!- gritó el jefe de bomberos a Mirtha Esther -pueden producirse más explosiones en el lugar.
-Dónde está Jacinto, por favor, díganme.
-Todavía no hemos podido acercarnos, sólo podemos tratar de que el fuego no alcance las casas vecinas, ni siquiera sabemos cuantas personas hay...
-Mi marido está adentro, tengo que ir a buscarlo- grito la mujer desesperada, a la vez que corría hacia las llamas.
El jefe de bomberos alcanzó a detenerla, dándole un fuerte golpe en la cabeza con su pala -Las mujeres entienden de una sola manera las cosas -murmuró entre dientes, mientras la llevaba hasta una de las tantas ambulancia que había en el lugar para que fuera antendida...

-Jacinto, debemos irnos de aquí, rápido.
-Irnos ..? Porqué Agente Net?
-Debemos irnos, por nuestro bien. Iremos a ...
En ese momento suena el teléfono y el Agente Especial, atiende.
-Sí, escucho... Cómo sucedió? Están seguros, completamente seguros? Voy para allá.
-Qué pasa?- preguntó Jacinto.
-Perdieron contacto con el Agente Quilmes 33o centímetros cúbicos... Maldición, no debí dejarlo solo !

Fueron hasta la parte más baja del puerto. Desde ese lugar se había recibido la última transmisión. Al llegar, encontraron el cuerpo, ya sin vida, del Agente Quilmes...

-Malditos, pagarán por esto !!!

Advertencia: La imágen pude herir la susceptibilidad del lector.