CAPITULO XV
Entonces... vos y Vill Gates tiene mucho en común. Evidentemente, ustedes dos estaban en el mismo lugar... y a la misma hora cuando explotó, es decir, son el resultado de la misma explosión
Pero, siempre hay un pero- dijo el agente Si-pep-Si- por lo visto algo más hay, porque yo no estaba en ese bar, estaba en una despensa en mi barrio cinco años después y... ¡Pero sí hubo un a explosión... y todos los que estábamos ahí nos transformamos..! Hay que averiguar que hay en la mochila.
-Negro, no doy más, vamos a parar a descansar un rato- suplicó la mujer, mientra amagaba a sentarse en el medio de la calle.
-Bueno, tomamos unos traguitos y seguimos- respondió el cartonero- no veo la hora de llegar a casa para preparar un ferné con pesi bien frapé.
-Aprovechemos ahora- dijo Si-pe-Si mientras abría un hueco en el costado del carro, con su destapador de dos tiempos, y se arrojaba a la calle. El camino, ya era de tierra, y no tan lejos, se podía divisar el puerto.
-Este camino me resulta conocido, creo que es la entrada vieja al puerto... Sí, míren, en uno de aquellos galpones estaba mi oficina- gritó lleno de emoción Vill Gate.
-Bueno, bueno, bajá la voz paparulo, que se van a avivar los cartoneros y pongámonos en marcha de una vez- gruñó Net-fer-Net
Y así sin saberlo, Jacinto Rivarola, agente botella descartable dos litros y cuarto Si-pep-Si, el agente especial 750 centímeros cúbicos Net-fer-Net y la Notebook Vill Gate se estaban acercando al lugar donde todo había comenzado.